Yo quería un niño. Aunque eso es lo que suelen decir todos
los padres, no? Las madres quieren a una niña a la que vestir y comprarle
muñecas, los padres queremos Un niño con el que jugar al futbol y hablar de coches.
Sin embargo, ella fue niña. Y no sabéis como me alegró que ganase mi mujer.
Era la niña más bonita que había visto en mi vida. Sus ojos
profundos e inocentes, su cabello sedoso y fino delicadamente cepillado … con
solo observar su belleza cualquier pena desaparecía de mi corazón. Y no solo
tenía un físico hermoso, sino que su espirito también brillaba por su simpatía.
Lista y buena, nunca tuve que echarle ninguna bronca. Ni una sola vez.
Pero entonces llegó el día de su séptimo cumpleaños. Aquél día
me tocaba a mí ir a buscarla al colegio. Le habíamos preparado una fiesta
sorpresa. Cuando la vi esperándome, con su radiante sonrisa y sus mechones
tostados al viento, no pude resistir el impulso de ir a abrazarla. Pero entonces
apareció el camión de los helados. Maldito camión de los helados. “Puedo?”
preguntó ella. “solo porque es tu cumpleaños!” le dije yo, riendo. Solo porque
es tu cumpleaños. Esas fueron las últimas palabras que le dirigí a mi hija
antes de que desapareciera de mi vida para siempre.
Que qué le pasó? A día de hoy aún no lo tengo claro. Solo sé
que cuando el camión arrancó ella ya no estaba. Por aquél entonces corrían
rumores por el barrio sobre secuestradores de niños. Más tarde apareció una
noticia en los telediarios unos traficantes de órganos pillados por la policía.
Aunque tal vez simplemente era un pedófilo aburrido que no pudo soportar la
tentación de llevarse a la rubita de ojos verdes. Quien sabe? Lo único que se
con certeza, es que se la llevaron. La arrancaron de mis brazos. Confiscaron mi
mayor tesoro. Se llevaron a mi pequeña Noé.
El mundo está podrido. La gente habla de estas cosas como si
hablaran del tiempo o de recetas de cocina. La muerte ya no es noticia. En momentos
como este, me alegro de haber elegido la rama ciencias. También me alegro de
tener un coeficiente intelectual superior al resto de la gente. Es lo único por
lo que me puedo alegrar ahora que ya no tengo lo que más quiero.
En una semana ya lo tenía construido. No me hizo falta mucho
tiempo para elaborar el plan. Al fib y al cabo el mundo me lo había dejado
claro. No creo en dios, pero si que creo en las señales del destino. Y aquello
fue una señal. Para los católicos, soy algo así como un mesías. Pero otros
podrían considerarme el diablo y tener la misma razón, pues voy a ser el
responsable del apocalipsis.
Hoy hace siete años que desapareció mi niña. Hoy hace siete
años que el rayo de esta torre, oculto como simple torre eléctrica, lleva
disparando ondas protectoras a todas las niñas que nancieron en 2006. El rayo
20-06 tiene dos tipos de disparo distinto. El primero tiene la función de
lanzar una dosis muy pequeña de ondas J para proteger las células de todas las
cromosomas xx nacidas durante ese año. El segundo será activado dentro de tres
horas y vendidos minutos. Tiene como función destrozar todas las células sin
protección. De esta manera, todos los seres de la faz de la tierra serán
aniquilados. Solo perdurará la pureza e inocencia de las niñas.
El mundo está podrido. Es mi deber purificarlo. Vengaré tu
muerte, Noé. Pronto comenzará una nueva era. Una era sin maldad, sin rencor,
sin odio, solo compuesto por pequeñas y dulces criarturitas como tú, de ojos
grandes y profundos, de cabellos sedosos y finos, de bracitos pequeños y
enclenques… ellas repoblarán y purificarán este planeta. No veo la hora de que
todos os derritáis agónicamente y os coléis por las rendijas de las
alcantarillas, me oís? No, claro que no. Seguid paseando por las calles de la
laguna. Ojeando las portadas de los libros. Disfrutad de vuestras últimas horas…
adiós.
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