viernes, 13 de junio de 2014

20-06

Yo quería un niño. Aunque eso es lo que suelen decir todos los padres, no? Las madres quieren a una niña a la que vestir y comprarle muñecas, los padres queremos Un niño con el que jugar al futbol y hablar de coches. Sin embargo, ella fue niña. Y no sabéis como me alegró que ganase mi mujer.
Era la niña más bonita que había visto en mi vida. Sus ojos profundos e inocentes, su cabello sedoso y fino delicadamente cepillado … con solo observar su belleza cualquier pena desaparecía de mi corazón. Y no solo tenía un físico hermoso, sino que su espirito también brillaba por su simpatía. Lista y buena, nunca tuve que echarle ninguna bronca. Ni una sola vez.
Pero entonces llegó el día de su séptimo cumpleaños. Aquél día me tocaba a mí ir a buscarla al colegio. Le habíamos preparado una fiesta sorpresa. Cuando la vi esperándome, con su radiante sonrisa y sus mechones tostados al viento, no pude resistir el impulso de ir a abrazarla. Pero entonces apareció el camión de los helados. Maldito camión de los helados. “Puedo?” preguntó ella. “solo porque es tu cumpleaños!” le dije yo, riendo. Solo porque es tu cumpleaños. Esas fueron las últimas palabras que le dirigí a mi hija antes de que desapareciera de mi vida para siempre.
Que qué le pasó? A día de hoy aún no lo tengo claro. Solo sé que cuando el camión arrancó ella ya no estaba. Por aquél entonces corrían rumores por el barrio sobre secuestradores de niños. Más tarde apareció una noticia en los telediarios unos traficantes de órganos pillados por la policía. Aunque tal vez simplemente era un pedófilo aburrido que no pudo soportar la tentación de llevarse a la rubita de ojos verdes. Quien sabe? Lo único que se con certeza, es que se la llevaron. La arrancaron de mis brazos. Confiscaron mi mayor tesoro. Se llevaron a mi pequeña Noé.
El mundo está podrido. La gente habla de estas cosas como si hablaran del tiempo o de recetas de cocina. La muerte ya no es noticia. En momentos como este, me alegro de haber elegido la rama ciencias. También me alegro de tener un coeficiente intelectual superior al resto de la gente. Es lo único por lo que me puedo alegrar ahora que ya no tengo lo que más quiero.
En una semana ya lo tenía construido. No me hizo falta mucho tiempo para elaborar el plan. Al fib y al cabo el mundo me lo había dejado claro. No creo en dios, pero si que creo en las señales del destino. Y aquello fue una señal. Para los católicos, soy algo así como un mesías. Pero otros podrían considerarme el diablo y tener la misma razón, pues voy a ser el responsable del apocalipsis.
Hoy hace siete años que desapareció mi niña. Hoy hace siete años que el rayo de esta torre, oculto como simple torre eléctrica, lleva disparando ondas protectoras a todas las niñas que nancieron en 2006. El rayo 20-06 tiene dos tipos de disparo distinto. El primero tiene la función de lanzar una dosis muy pequeña de ondas J para proteger las células de todas las cromosomas xx nacidas durante ese año. El segundo será activado dentro de tres horas y vendidos minutos. Tiene como función destrozar todas las células sin protección. De esta manera, todos los seres de la faz de la tierra serán aniquilados. Solo perdurará la pureza e inocencia de las niñas.

El mundo está podrido. Es mi deber purificarlo. Vengaré tu muerte, Noé. Pronto comenzará una nueva era. Una era sin maldad, sin rencor, sin odio, solo compuesto por pequeñas y dulces criarturitas como tú, de ojos grandes y profundos, de cabellos sedosos y finos, de bracitos pequeños y enclenques… ellas repoblarán y purificarán este planeta. No veo la hora de que todos os derritáis agónicamente y os coléis por las rendijas de las alcantarillas, me oís? No, claro que no. Seguid paseando por las calles de la laguna. Ojeando las portadas de los libros. Disfrutad de vuestras últimas horas… adiós.

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